Cenote, del maya, tz´onot, significa abismo, o pozo. Se trata de una cavidad circular o semi-circular de paredes empinadas o abruptas, inundada por agua, donde se generó una laguna de profundidades variables.

Es corriente encontrar cenotes donde predominan las rocas calcáreas (ambientes cársticos), y se forman debido al derrumbe de los techos de cavernas, formándose una dolina (depresión en ambientes cársticos), que luego es rellenada en su interior por agua proveniente del subsuelo, escorrentía, precipitaciones, o remantes de aguas de mar en regresión.

En el Departamento de Amambay, existen las estructuras en ambientes calcáreos que se denominan cenotes, que son depresiones que fueron rellenadas con agua.

Antiguamente fueron cavernas, cuyas cúpulas han colapsado, dando lugar a una dolina, que posteriormente fueron socavadas por disolución, hasta alcanzar los niveles del agua subterranea, que rellenó la cuenca formando así una laguna a cielo abierto. Lugar ideal para práctica de buceo, senderismo y establecimiento de campamentos.

Este lugar se destaca porque los paredones de la fosa se constituyen de areniscas, por lo cual se le asigna el nombre de estructura pseudokárstica. Según exploraciones subacuáticas, se ha constatado la presencia de los niveles de calcáreos por debajo de las areniscas , y no se ha llegado al fondo de la laguna.

Se encuentra aproximadamente a 5 Km del cenote Ojo de Mar. Se presume que en el futuro se encontrarán otros lugares que presenten éstas características.

Kururucuá presenta condiciones óptimas para el buceo recreativo con equipos normales, dada la claridad de sus aguas y uno se puede adentrar hasta a 30 metros de profundidad en días soleados y a la hora en que la luz del sol directamente se refleja sobre su superficie por lo que se erige en un buen lugar para visitar, con expertos claro está que guíen y apoyen el placer de descubrir estos lugares recónditos y de belleza inconfundible en el entorno natural del interior del Paraguay.